Los investigadores han descubierto una posible explicación detrás de las misteriosas Cataratas de Sangre de la Antártida: "Tan pronto como miré las imágenes del microscopio, me di cuenta"

Jun 23, 2023

Blood Falls es un glaciar en la Antártida con una cascada que corre misteriosamente de color rojo, y la razón ha confundido a los científicos desde que fue descubierta por primera vez por el científico británico Thomas Griffith Taylor en 1911.

Hasta hace poco, la teoría predominante era que el agua que alimenta la cascada es extremadamente rica en hierro y está escondida bajo tierra, por lo que cuando entra en contacto con la luz del sol, inmediatamente se oxida, dándole su tono rojo.

Sin embargo, una nueva investigación de un equipo de científicos de Johns Hopkins encontró que si bien eso es parte de la explicación, lo que realmente está sucediendo con el glaciar es aún más fascinante.

El científico investigador Ken Livi, coautor de un nuevo estudio sobre Blood Falls después de analizar parte del agua utilizando microscopios electrónicos de transmisión en las instalaciones de procesamiento y caracterización de materiales de Hopkins, explicó: “Tan pronto como miré las imágenes del microscopio, noté que Había estas pequeñas nanoesferas y eran ricas en hierro, y tenían muchos elementos diferentes además del hierro (silicio, calcio, aluminio, sodio) y todos variaban”.

Mientras que los métodos anteriores para analizar el agua de Blood Falls se centraban en los minerales que contenía, las nanoesferas son minúsculas (100 veces más pequeñas que los glóbulos rojos) y, por lo tanto, no fueron detectadas.

Eso significa que las nanoesferas en el lago subterráneo debajo de Blood Falls son formas de vida que no habían sido descubiertas anteriormente.

“Hay microorganismos que han existido potencialmente durante millones de años debajo de las aguas salinas del glaciar antártico. Estas son aguas antiguas”, explicó Livi.

Por esa razón, los científicos se interesaron en analizar las nanoesferas de la misma manera que el Mars Rover analiza muestras para encontrar evidencia de vida extraterrestre. Esta investigación reveló que ni siquiera el Mars Rover está preparado para analizar estas diminutas nanoesferas.

“Nuestro trabajo ha revelado que el análisis realizado por los vehículos exploradores es incompleto para determinar la verdadera naturaleza de los materiales ambientales en las superficies de los planetas. Esto es especialmente cierto en planetas más fríos como Marte, donde los materiales formados pueden ser de tamaño nanométrico y no cristalinos. En consecuencia, nuestros métodos para identificar estos materiales son inadecuados”, afirmó Livi.

Si bien son decepcionantes, las implicaciones aquí siguen siendo muy interesantes: si el Mars Rover es incompleto en su análisis, la razón por la que aún no ha encontrado evidencia de vida extraterrestre en Marte podría no ser que la vida no exista, sino más bien que nuestra la ciencia aún no está lo suficientemente avanzada como para identificarlo.

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